Nota redactada por: Carmen Lucía Amezcua Guerrero
El uso de la tecnología en niños, ¿consumo o abuso?
Como sociedad nos encontramos en un cambio de paradigma en torno a los canales de comunicación e interacción. La tecnología, que se despliega cada vez más veloz en los hábitos de interacción social, es parte de nuestro día a día. Ya también forma parte de la realidad de millones de niños y adolescentes en todo el mundo.
Una pregunta común entre cuidadores de infancias es ¿la tecnología está haciendo daño?. Si bien la respuesta es distinta según cada caso, un factor común es que el grado de supervisión a la exposición a la tecnología es clave en la influencia de la tecnología en ese niño o adolescente.
Una de las principales preocupaciones del uso de tecnología en edades tempranas y adolescentes está dada por la adicción a la tecnología. Sin embargo, es importante considerar que la exposición a pantallas no afecta el cerebro de los niños de la misma manera que lo haría una adicción a drogas o alcohol. Se puede dar el fenómeno de sentir que no pueden dejar de usar Internet, pero no son químicamente dependientes de la misma manera que otras adicciones. Entonces, el uso de la tecnología en niños, ¿consumo o abuso?
Diversos estudios han abordado si esta sobreexposición a la tecnología genera un daño a la salud mental de las infancias. Estás han concluido, que los niveles más altos de uso de pantallas en niños y adolescentes se asocian con una actividad física reducida, un mayor riesgo de depresión y un menor bienestar.
De igual forma, no podemos desconocer que la población entre los 13 y 18 años tiene o tendrá una enfermedad mental grave antes de llegar a la edad adulta, independiente del uso de la tecnología, por lo que es importante atender a este grupo de personas y estar alerta por si necesitara apoyo desde la psicología integrativa.
Identifica señales a las cuáles hay que estar atentos
La clave, como mencionado anteriormente, esta en el control de su uso, y para ello puedes identificar las siguientes señales:
El niño o adolescente está pasando grandes cantidades de tiempo consumido y preocupado por la tecnología, afectando su tiempo para completar otras tareas.
El niño o adolescente se retira de actividades que antes disfrutaba, como jugar con sus hermanos, amistades o pasar tiempo al aire libre.
El niño o adolescente se aísla de la familia.
El niño o adolescente dice cosas como «Estoy aburrido» o «perdido» sin tecnología.
El niño o adolescente está muy cansado e irritable como consecuencia de una alteración en su sueño para usar la tecnología.
El niño o adolescente solicita o exige tecnología durante las comidas.
El niño o adolescente se enfada o angustia cuando se intentan limitar el uso de la tecnología.
El niño o adolescente tiene calificaciones y trabajo escolar negativo por su uso de tecnología.
El niño o adolescente se involucra en el uso inseguro de la tecnología, por ejemplo, entablar amistad con extraños.
La recomendación general, siempre es estar alertas con los comportamientos de las infancias y adolescencias, para identificar si hay factores de su salud mental que puedan estar siendo comprometidos.
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